El Cuento de las Doce Princesas
They rejected their father, the king´s, blackmail.
A part of my imaginary Juana I is her love for literature and in the case of my triptych work: the El Cuento de las Doce Princesas, ("Tale of the Twelve Princesses") the dreams she may have had as a result of
fairy tales. In particular, and although the Grimm Brothers did not publish their compilation of stories until 1812, I would like to think that 3 centuries earlier, Juana I knew a version of this story that
resonated with her, such as rebelling against her parents, admiring the sexual freedom of the twelve princesses and their ability to ignore the hundreds of men they killed to satisfy their desires. In
particular, the fact that the story ends with the princesses dancing happily ever after, unpunished, captured my imagination as a child, and I imagine it captured Juana's imagination as well. So I began to
create the three works of the story, being: El Vestidor de las Doce Princesas (The dressing room of the Twelve Princesses), El Bosque de las Doce Princesas (The Forest of the Twelve Princesses) and El Sueño
del Baile de las Doce Princesas (The Dream of the the Ball of the Twelve Princesses), wherein Juana herself floats in her dream of a wonderful and captivating dance, like so many of my dreams during these
years of our confinement. ... [leer más]
There are many interpretations of this fairy tale that I will not delve into here, however the El Vestidor de las Doce Princesas with its naked sexuality, accurately describes the twelve sisters as they
prepare for the ball in their dressing room, drugging prince after prince with wine and narcotics, before slipping out through a secret staircase under one of their 12 beds, a staircase that allows them
to go in and out of bed without their father understanding where they are going, not knowing why their shoes wear out every night. In the second image, El Bosque de las Doce Princesas, the princesses descend
to an underworld forest with silver and diamond trees and a lake where twelve handsome princes arrive to take them to the third image of the triptych: El Sueño del Baile de las Doce Princesas, which is the
major fotopainting of the tryptich.
This work, the Baile, which is 8x6 meters in actual size, (and could be even larger given its intentional high resolution), took more than 8 months to create, and there are still many people to include in it
in the future. In the Baile, I have included many of my own dearly departed, many friends, favorite musicians, and artists from the virtual exhibition Stand by Me, among others. In this massive image, I have
given life to my epigram "Happiness consists in knowing how to celebrate, so start dancing!", and have expressed the widespread nostalgia of recent years for the popular and inclusive party that we have been
denied. And in the accompanying animation of the Baile, which has a soundtrack that begins in the zapotec language with the famous "Llorona", I have tried to bring to life our collective longings, our saudade,
which portuguese poet Teixeira de Pascoa defined as the "desire of the loved thing, made painful by its absence".
To create this work, I had to find a dollhouse that could fit the story, functioning as the stage for the mise- en-scène of the Baile. Researching this, I found the dollhouse created in 1928 by actress Colleen
Moore, the original "flapper girl", who effectively started the flapper wave of the 1920s by cutting her hair into the famous bob. The flappers were young women known for their spirited freedom and embrace of
a lifestyle seen by many at the time as scandalous, immoral, or downright dangerous. Now considered the first generation of independent american women, the flappers pushed back barriers to women's economic,
political, and sexual freedom. Colleen actually originated the story of "A Star is Born" when she was in love and married to an actor who was an alcoholic. After his suicide, her father suggested she build this
9- square-meter dollhouse, which took nine years to build, with incredible detail created by friends and acquaintances, as well as precious jewelry and antiques. Distinguished miniatures at the Castle include
books with handwritten passages by 20th century novelists such as Willa Cather, F. Scott Fitzgerald, Sinclair Lewis, Daphne du Maurier, and John Steinbeck; a book containing autographs collected by Colleen
Moore of famous 20th-century figures such as Albert Einstein, John Glenn, Pablo Picasso, Eleanor Roosevelt, and Orville Wright, and miniature musical manuscripts written by composers such as George M Cohan,
Irving Berlin, and Leonard Bernstein. At the start of the Great Depression, Colleen took the Fairy Castle, with hundreds of helpers, on a special train, around the US displaying it and raising funds for poor
children. When asked why she didn't have dolls inside, she replied that she wanted people to be able to imagine them according to their visions.
This is mine.
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Rechazaron el chantaje de su padre, el Rey
Una parte de mi Juana I imaginaria es su amor por la literatura y en el caso de mi obra tríptica:
el El Cuento de las Doce Princesas, los sueños que ella pudo haber tenido a raíz de los cuentos de hadas. En particular, y aunque los Hermanos Grimm no publicaron su compilación de cuentos hasta el 1812,
quiero pensar que tres siglos antes, Juana I conociera una versión de esta historia que tendría resonancia para ella, como rebelarse contra sus padres, admirar la libertad sexual de las doce princesas y su
capacidad de hacer caso omiso de los cientos de hombres que mataron para satisfacer sus deseos. En particular, el hecho de que el cuento termina con las princesas bailando felices para siempre, sin castigo,
captó mi imaginación de niña, e imagino que la de Juana también. Entonces empecé a elaborar las tres obras del cuento, siendo: El Vestidor de las Doce Princesas, El Bosque de las Doce Princesas y El Sueño del
Baile de Las Doce Princesas, en donde Juana misma flota en su sueño de un baile maravilloso y cautivador, igual a mis sueños durante estos años de nuestro confinamiento.... [leer más]
Hay muchas interpretaciones de este cuento de hadas que no ahondaré aquí, sin embargo El Vestidor de las Doce Princesas con su sexualidad desnuda, describe justamente a las doce hermanas mientras se
preparan para el baile, en donde embriagan y duermen, con vino y estupefacientes, a príncipe tras príncipe, en su cuarto, donde está una escalera secreta debajo de una de sus 12 camas, escalera que las
permita salir y entrar sin que su padre entienda a dónde iban. Ni saber el porqué cada noche los zapatos de ellas se desgastan. En la segunda imagen, El Bosque de las Doce Princesas, ellas van a un bosque
del bajo mundo con árboles de plata y diamantes, y un lago donde llegan los doce príncipes guapos para llevarlas a la tercera imagen del tríptico: El Sueño del Baile de las Doce Princesas.
En la obra del Baile, de 8x6 metros en tamaño real, (y podría ser aún mayor dada su alta resolución intencionada ) se pueden ver muchos de mis muertos, amigos y algunos músicos favoritos, y artistas de
la exhibición virtual Stand by Me, entre otros. La obra tardó más de 8 meses de creación, y aún faltan muchas más personas por incluir en un futuro. En esta fotopintura he dado vida a mi epigrama
"la felicidad es saber celebrar, ¡así que ponte a bailar!", y he expresado la nostalgia generalizada de los últimos años por la fiesta popular e inclusiva que se nos han negado. Y en la animación de
la imagen del Baile, que muestra personas vivas y muertas, de mi familia y otros, de muchos músicos, y tiene una banda sonora que comienza en lengua zapoteca, la famosa "Llorona", intento dar vida a
nuestras añoranzas colectivas, nuestro saudade. Como dijo el poeta Portugués, Teixeira de Pascoaes: “el deseo de la cosa amada, hecho doloroso por su ausencia".
Para crear esta obra, tuve que buscar una casa de muñecas que podría compaginar con el cuento, funcionando como el escenario para el mise-en-scène del Baile. Indagando, encontré la casa de muñecas creada en
1928 por la actriz Colleen Moore, la original "flapper girl" quien efectivamente empezó la onda de las flappers de la década de 1920 al cortar su cabello en el famoso bob. Eran mujeres jóvenes conocidas por
su libertad enérgica y que adoptaban un estilo de vida visto por muchos en ese momento como escandaloso, inmoral o francamente, peligroso. Ahora consideradas la primera generación de mujeres estadounidenses
independientes, las flappers empujaron barreras de la libertad económica, política y sexual de las mujeres. Colleen originó la historia de "A Star is Born”, al estar enamorada y casada con un actor quien era
alcohólico. Después del suicidio de él, su padre le sugirió construir esta casa de muñecas, de 9 metros cuadrados, y que tardó nueve años en construir, con tantos detalles increíbles creados por amigos y
conocidos, además de joyas preciosas y antigüedades. Las miniaturas distinguidas en el Castillo incluyen libros miniatura con pasajes escritos a mano por novelistas del siglo XX como Willa Cather, F. Scott
Fitzgerald, Sinclair Lewis, Daphne du Maurier y John Steinbeck; un libro que contiene autógrafos recopilados por Colleen Moore de personajes famosos del siglo XX como Albert Einstein, John Glenn, Pablo
Picasso, Eleanor Roosevelt y Orville Wright, y manuscritos musicales en miniatura escritos por
compositores como George M. Cohan, Irving Berlin y Leonard Bernstein.
Al empezar la Gran Depresión, Colleen llevó el Fairy Castle, con cientos de ayudantes, en un tren especial, alrededor de todos los EEUU exhibiéndolo y así recaudando fondos para niños pobres.
Cuando le preguntaron por qué no tenía muñecas dentro, ella respondió que quería que la gente pudiese imaginarlos de acuerdo a sus visiones.
Esta es la mía.
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